martes, 1 de noviembre de 2011

Tus manos al caer provocan ruidos crepidantes...

Es algo matemático, crucial y sentimental. No tiene por qué ser así pero lo es, nadie lo puede negar o simplemente pasar por alto, bueno sí, unos pocos, pero no hablamos de cantidades sino de intensidades, magnitudes y nimiedades. La mierda huele, lo sabes tu, lo sabemos nosotros y lo saben todos.

Removerla es necesario, urgente y banal. Bueno no, ni es necesario ni urgente ni banal pero no quedaria bohemio ni mortal en su pronunciación. En serio, lee la frase con su "removerla es necesario" haz la pausa, y continua "urgente y banal", saborea su gafapastismo de verdad irrefutable plenamente refutable, sientete como un señor o señora, o señorito o lo que buenamente quieras sentirte (por mi como si se te antoja ser un travelo postoperado disfrazado de osito de peluche rosa, lo que importa es el concepto, aunque lo pienses) pero siente algo, no te quedes inmune al mensaje, no te quedes inmovil y reacciona, clama al mundo y a la civilización "la mierda huele!!", algunos te odiarán, otros se quedarán anonadados, estupefactos e indispuestos, pero otros te lo agradecerán, captarán tu buena nueva, tu mensaje de paz. Y serán esos, los llamados héroes los que te acompañen en tus frias noches de otoño.

No es fácil para nadie, y menos para alguien, pero con tiempo, esfuerzo y ambientador podremos seguir adelante, paso a paso, mentira a mentira y latido a latido sobre esa piscina del Gólgota que preferimos llamar relato.

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